Acabo de terminar este ejercicio de escritura creativa que he aprendido en un taller. Es la 3era vez que lo hago en un mes.
Es un ejercicio donde se piden 10 palabras al azar( hoy a través de internet) y se trata de ir introduciendo una de ellas cada aproximadamente 3 minutos.
Reconozco que se me ha atascado un poco el final y en vez de 30, he dedicado 50 minutos a la historia. Aún así me he quedado contento y una vez más sorprendido.
Aquí os lo dejo:
PALABRAS AL AZAR
Clara
Trofeo
Gimnasia
Defender
Desnudo
Corso
Indios
Voz
Cobra
Cuaderno
Clara e Ivan experimentadores de historia
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A Clara e Ivan siempre les gustó inspirarse en el pasado.
No era una cosa que hubieran decidido, propuesto o planificado, pero lo hacían recurrentemente de manera natural, sus relaciones sexuales estaban fuertemente influidas por las historias del pasado.
Griegos corriendo, nómadas dejando atrás un trofeo sin saber si lo volverían a ver, barcos otomanos manteniendo el orden y la calma, misiones difíciles de viajes largos en busca de minerales concretos para el faraón, las ocurrencias de un sabio estoico en vísperas de su muerte. Cualquier escenario presente en los libros era un estimulante para esta pareja, que utilizaba la lectura como gimnasia nutritiva de su vivir.
Les gustaba leer todas las noches.
Muchas veces se presentaban otros compromisos, pero habían aprendido a valorar tanto ese momento juntos, que siempre que podían de 19:00 de la tarde en adelante defendían ese momento para ellos.
Siempre leía Ivan. Clara escuchaba, o leía al tiempo que escuchaba.
Después de leer algunos capítulos, acostumbraban a quedarse en silencio un rato, rara vez comentaban recuerdos o percepciones. Después se entregaban a sus cuerpos con aquello que la lectura hubiera traído.
Desnudos o no, de alguna manera, al venir desde la lectura, sus sensaciones y su saber esperar eran mucho más fuertes. El tiempo y la práctica les habían hecho unos maestros del baile entre mantenerse presentes y dejarse llevar.
En una ocasión, una historia corsa tuvo un impacto especialmente importante. En la historia, un marinero realizaba una promesa a su familia antes de echarse a la mar. Era un momento delicado, y el marino prometió volver lo antes posible y no entretenerse hasta lograr obtener el dinero y sustento necesario.
Fijó su contrato con dos tiras de cuero en ambos brazos y otras dos en los tobillos como si fuera un ritual de indios americanos.
En la historia el cuero adquiría una relevancia especial. Siempre que la mujer del corso imaginaba a su marido observando el horizonte en altamar, tocaba y sujetaba las tiras de cuero presentes en los muebles de su casa o su ciudad y como podréis entender, este tacto/detalle también pasó a formar parte intensa de la vida de Clara e Ivan. Cada vez que su voz o la de otras personas mencionaban la palabra cuero, un océano de vivencias juntos se desvelaba entre los ojos de la pareja.
Nadie cambiaba de tema, o hacía mención directa al detalle de la intensidad momentanea en sus miradas. La conversación continuaba muchas veces sobre cosas superficiales, pero el efecto del fenómeno era para ellos dos como tener una cobra reptando desde sus pies hacia arriba. No podían evadir su presencia.
Algunos amigos de la pareja, de tanto en tanto no podían evitar celebrar y mencionar lo especial que les parecía su relación, cosa que ellos agradecían modestamente, anotaban algún detalle en sus cuadernos, y permitían que su espacio íntimo se mantuviera sano y sin demasiadas invasiones externas.
Clara e Ivan eran conscientes de que todo este vivir entre bucear en historias pasadas, experimentar en sus cuerpos y mantener cierto silencio hacia fuera era el motivo principal por el que recibieran halagos imprecisos.
A pesar de ello, y como si fuera parte del juego también trataban de no hablar mucho de ello, si no sencillamente centrarse en poder tener libre su espacio cada día a 19:00 de la tarde en adelante.
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FIN
Escrito: Keivan Massarrat Garcia
06/I/2021
Me gustó el relato. Integra bien las palabras azarosas. Tiene un tono mítico adecuado, que hace que nos sintamos involucrados personas de distintas culturas. En ese sentido la influencia de arquetipos está bien diseñada. Provoca imágenes en el lector, a mí por lo menos me las provocó. Y una curiosidad: Si Clara fuera con K, la música de los dos nombres me resuena al nombre del autor: K…e…Ivan. Pero eso son cosas mías. Gracias por el momento de lectura
Gracias a ti, Bernardo.
Keivan